Las pautas

Para que la alimentación sea un éxito es importante entender que es un compendio de pautas, y que todas son importantes. Que ha de seguirlas todo aquel que alimente al bebé o niño.

Estas son las pautas, parecen muchas, pero en realidad son sencillas. Voy a llamar bebé a un niño de 0 a 2 años.


1 No agregar sal ni azúcar a las comidas. Incorporarlas de forma progresiva y moderada.

Esto se explica en el apartado de nociones básicas. Si le damos alimentos salados o azucarados industrialmente, el cuerpo del bebé detectará un umbral muy elevado de estos elementos y cuando le ofrezcamos los alimentos habituales podría rechazarlos. Además no es bueno para la salud a largo plazo.

Por lo tanto tampoco debemos dar alimentos salados o azucarados a nuestros bebés y cuanto mas tarde los coman, mejor. Consultaremos con nuestro pediatra cuando empezar a introducir la sal.

Ejemplo: Aceitunas, pepinillos, jamón serrano, bacalao salado… aunque son alimentos sanos, será mejor esperar a que se haya introducido la alimentación complementaria con éxito para empezar con ellos. Lo mismo ocurre con la bollería industrial o la pastelería, que tienen demasiado azúcar o edulcorantes artificiales.

2 Esperar a que el bebé tenga hambre.

Tiene que haber pasado un intervalo mínimo de 2 horas y media o 3 horas desde la última vez que comió “sólidos”. No cuenta la leche materna, porque se digiere muy rápido.

Si ha “picado algo” también cuenta.

Un ejemplo para un bebé de 18 meses que toma 5 comidas al día:

Desayuno, 2 horas y media después fruta, dos horas y media después, comida, dos horas y media después fruta, dos horas y media después, cena.

3 No dar chuches, ni dulces ni saladas.

Las golosinas tienen altos contenidos en sal o en azúcar que elevan muy bruscamente el umbral de sal y azúcar que percibe el niño, haciendo que rechace el alimento normal.

Los helados , las bebidas gaseosas también son golosina por su elevada cantidad de azúcar.

Los zumos en tetra brick tampoco son recomendables, porque tienen azúcares añadidos y si no, edulcorantes añadidos. Es mejor hacer zumo natural o dar fruta en trozos.

La bollería y los pasteles tampoco deben darse por su elevado contenido en azúcar.

Las galletas tienen azúcar y el pan, sal, puedes dárselos, pero con moderación y cuando ya hayas introducido el gluten. En las herboristerías a veces puedes encontrar bollería natural sin azúcares refinados o pan con poca sal.

4 No poner TV durante la comida. No se le da ningún juguete u objeto para que se entretenga mientras come.

El niño que ve TV mientras come, anula su válvula natural que le dice qué cantidad ha de comer.

Los niños que pierden su válvula por comer con televisión, o por ser obligados a comer, o por recibir alimentación no adecuada o mensajes afectivos en la comida, suelen presentar trastornos de alimentación a largo plazo.

Los juguetes, objetos que distraen al bebé mientras come, anulan igual que la TV su sistema natural de regulación. Al tener un objeto distractor, el bebé puede comer más de lo que debería. No es bueno que un bebé coma más de lo que debe. Hay una creencia generalizada de que cuanto más coma un bebé mejor, pero esto no es verdad. Comer más puede provocar a largo plazo aversión a los alimentos, sobrepeso, tener más riesgo de contraer ciertas enfermedades y aversión al sabor (los “no me gusta”).

5 Poner una cantidad de alimento adecuada.

Qué difícil es esto. Si preguntamos a un grupo de madres, qué cantidad de alimento creen que es la correcta para su hijo, el resultado es que cada una te da una cantidad diferente. Lo que para unas es mucho, para otras es poco y viceversa. La tendencia más habitual es que se intente dar de comer a los niños demasiada cantidad de alimento, por ello algunos niños se retuercen, giran cabezas, lloran y el momento de la comida puede ser una guerra. Aunque también hay otros factores que influyen, como veremos en la importantísima pauta 6.

Si no estás segura de la cantidad que tiene que comer, consúltalo, pero no vale consultarlo con la abuela o la vecina, pregunta a algún profesional.

Es interesante preguntar cuál es el tamaño del estómago de un bebé o un niño según la edad, eso nos puede dar una idea de si nos estamos pasando con la comida.

Es útil utilizar platos de tamaño adecuado, nunca platos de adulto. Ojo con los platos de bebé porque también suelen ser muy grandes. Si estás muy perdido/a te digo una medida razonable para empezar la alimentación complementaria: los platitos de ikea que vienen 3, naranja, azul y verde.

No hay que olvidar que dentro de una misma edad, hay bebés más grandes o más pequeños, que se mueven más o menos. Los estándares de comida son difíciles de aplicar. Piensa por ejemplo en un potito de tienda. Si el fabricante pusiera una medida ajustable a la media , los niños grandes se quedarían con hambre y sus madres tendrían que comprar dos potitos para tirar la mayor parte del segundo, con lo cual estarían bastante enfadadas. Así que un fabricante de potitos debe hacerlos de forma que un niño grande no se quede con hambre. Lo mismo sucede con las medidas estándares que puede dar un pediatra, están pensadas en que ningún niño pase hambre, así que suelen pasarse de grandes.

Ejemplo: Durante el primer año de vida, 4 o 5 cucharaditas puede ser una buena ración. Cubre sólo el fondo del plato. Si el niño quiere mas, lo pedirá.

6 Durante la comida no se habla de comida. La comida no está sujeta a premio, ni a castigo, ni a negociación. No se dan mensajes positivos si come, ni negativos si no come.

El acto de comer es un acto natural, no se hace ni bien ni mal.

Si un bebé no come un alimento nuevo y se han cumplido todas las reglas anteriores, es porque aún es pronto para introducir ese alimento. No significa que no le guste, le gustará mas adelante.

Si verbalizamos a un bebé que tal alimento no le gusta, imprimiremos este hecho en él y acabará no gustándole.

Si un bebé no come un alimento porque no es aún el momento o porque ha comido suficiente y recibe mensajes negativos, puede bajar su autoestima y coger aversión al alimento.

Si un bebé recibe mensajes positivos porque ha comido, relacionará afectos positivos con el hecho de comer más, lo que puede provocar que coma más de lo que su sensor le dice y se agrande su estómago, con lo cual estamos favoreciendo que tenga sobrepeso en edades futuras o que utilice la comida para obtener atención.

La comida nunca se ha de relacionar con nada bueno, ni malo. Si has de reñir a tu hijo por algo no lo hagas mientras come, hazlo en otro momento. No han de suceder eventos positivos ni negativos durante la comida. Así un niño aprenderá a comer y no vinculará la comida con nada que la condicione posteriormente.

Ejemplo 1: El niño sale de la guardería. La mamá le ofrece la merienda, pero el niño está molesto. Como no tiene edad aún de expresar sentimientos puede tener la típica rabieta. Si la madre dice al niño, pues hasta que no comas no vas a los columpios del parque, el niño puede establecer una asociación (condicionamiento) con la merienda que se le ofrece y derivar en una aversión a esa merienda a corto plazo. (Por culpa de la merienda no puedo subir al columpio => merienda mala)

Ejemplo 2. El niño está comiendo un plato de comida grande, y su mamá le dice lo alto y guapo que se va a poner si come todo el plato. También le hace sonrisas y palmas con las cucharadas que va comiendo. El niño podría comer más comida, sólo para recibir toda esa atención positiva de su madre. Llenarse en exceso, no querer cenar porque comió demasiado, coger aversión al alimento por sentirse pesado por comer tanto… etc. Si un niño habitualmente come más comida de la que su organismo le indica, tendrá muchas opciones de tener sobrepeso de mayor.

Ejemplo 3: Un niño sale del colegio y su madre le da un alimento A. El niño no quiere comer ese día ese alimento por alguna razón y la madre le riñe por ello o incluso le obliga a comerlo. Si el niño tiene un mal día, puede hacer un condicionamiento y hacer una aversión al sabor del alimento y así construirse el “no me gusta” que puede permanecer con la persona durante la mayor parte de la vida.

7 No metas prisa a tu bebé para comer. Da un tiempo entre cuchara y cuchara para que ensalive. No uses cuchara de adulto.

Los bebés no entienden nuestro estrés y nuestras prisas. Ellos comen muy despacio y se lo toman con calma. Así debe ser, lo cual favorece la digestión.

Es muy importante la insalivación, para ello no se puede meter la cuchara en la boca del bebé e inmediatamente la siguiente, etc. HAY QUE ESPERAR UN POCO PARA QUE EL BEBÉ INSALIVE. El proceso de digestión comienza en la boca.

Cuanto más pequeña sea la cuchara, mejor será la insalivación. Si no encuentras una cuchara muy pequeña puedes coger una de postre y llenarla a la mitad.

Es normal que un bebé tarde aproximadamente media hora para comer un pequeño plato con puré.

8 En la mesa mesa sólo debe estar el alimento del bebé y ninguna otra cosa más.

Si hay mas cosas en la mesa, para el bebé son juguetes potenciales y te los pedirá para jugar mientras come.

Tampoco debe estar la comida de los adultos presente, porque le llamarán la atención y la pedirá. (Esto para bebés pequeños de menos de 1 año)

9 Tener un horario más o menos estable de comidas.

Los niños necesitan rutinas para comer. Pero si un día vas más atrasada con la comida, retrasa todas las que falten, no impongas el horario habitual. Hay que respetar a diario el intervalo mínimo entre comidas

10 Ofrece a tu bebé alimentos naturales y variados.

Los alimentos frescos conservan intactos todos los nutrientes. Los alimentos industriales pierden nutrientes en el proceso de elaboración y envasado.

Los alimentos industriales tienen más altos grados de sal y azúcar, por tanto interfieren en la introducción de la alimentación complementaria.

La alimentación tradicional es la idónea. (por lo general, la de las abuelas)

11 NUNCA OBLIGAR A COMER.

Si el niño no abre la boca cuando le acercas la cuchara, o gira la cabeza es que ya no quiere más. No insistas. No se hace “el avión”.

El niño acerca la boca a la cuchara, si no lo hace, no se le mete la cuchara dentro. Ya se que esto choca con los hábitos que conocemos, pero si respetas todas las pautas y además dejas que tu hijo decida la cantidad de alimento, conseguirás a largo plazo que tu hijo coma de todo, esté sano y lo haga el solito.

12 Deja a tu bebé comer solo.

A los bebés les encanta hacerse mayores y comer solos. Puedes dejarle que coma con las manos y mas adelante enseñarle poco a poco a usar los cubiertos, verás como le encanta. Los primeros días pondrá todo perdido, forma parte del aprendizaje.

13 Probar distintas texturas.

Está claro que hace 200 años no existía la batidora y los niños comían.

Si tu bebé rechaza la papilla, prueba a ofrecerle trocitos muy pequeños. Puedes usar una máquina picadora si tienes miedo a que se atragante.

14 El niño imita lo que ve en los padres.

Si los papás o cuidadores no tienen hábitos alimenticios correctos, el niño lo imita. Intenta comer sano y equilibrado mientras esté tu hijo delante. Si alguna comida no te gusta, no lo digas delante del niño.

Come a la par que tu hijo. A medida que se vaya haciendo mayor y ya le hayas introducido bastantes alimentos, el comer con él le hará interesarse por nuevos alimentos.