La pauta 6, la más importante

Para que todo funcione, hay que hacer todas las pautas, pero la pauta 6 es esencial. Es la pauta quizás, en la que más errores cometemos los padres.

Durante la comida, no se habla de comida sino de cualquier otro tema. La comida no estará sujeta a premio, ni a castigo, ni a negociación. No se dan mensajes positivos si come, ni negativos si no come.

El acto de comer es un acto natural, no se hace ni bien ni mal.

Si un bebé no come un alimento nuevo y se han cumplido todas las reglas anteriores, es porque aún es pronto para introducir ese alimento. No significa que no le guste, le gustará mas adelante.

Si verbalizamos a un bebé que “tal” alimento no le gusta, imprimiremos este hecho en él y acabará no gustándole.

Si un bebé no come un alimento porque no es aún el momento o porque ya comió suficiente cantidad y aún así recibe mensajes negativos, puede bajar su autoestima y coger aversión al alimento. (Generar un “no me gusta”)

Si un bebé recibe mensajes positivos porque ha comido, relacionará afectos positivos con el hecho de comer más, lo que puede provocar que coma más de lo que su sensor le dice y entre otras consecuencias, se agrande su estómago, con lo cual estamos favoreciendo que tenga sobrepeso en edades futuras o que utilice la comida para obtener atención.

La comida nunca se ha de relacionar con nada bueno ni malo. Si has de reñir a tu hijo por algo, no lo hagas mientras come, hazlo en otro momento. No han de suceder eventos positivos ni negativos durante la comida. Así un niño aprenderá a comer y no vinculará la comida con nada que la condicione posteriormente.

Ejemplo 1: El niño sale de la guardería. La mamá le ofrece la merienda, pero el niño está molesto. Como no tiene edad aún de expresar sentimientos puede tener la típica rabieta. Si la madre dice al niño, pues hasta que no comas no vas a los columpios del parque, el niño puede establecer una asociación (condicionamiento) con la merienda que se le ofrece y derivar en una aversión a esa merienda a corto plazo. (Por culpa de la merienda no puedo subir al columpio => merienda mala)

Ejemplo 2. El niño está comiendo un plato de comida grande, y su mamá le dice lo alto y guapo que se va a poner si come todo el plato. También le hace sonrisas y palmas con las cucharadas que va comiendo. El niño podría comer más comida sólo para recibir toda esa atención positiva de su madre. Llenarse en exceso, no querer cenar porque comió demasiado, coger aversión al alimento por sentirse pesado por comer tanto… etc. Si un niño habitualmente come más comida de la que su organismo le indica, tendrá muchas opciones de tener sobrepeso de mayor.

Ejemplo 3: Un niño sale del colegio y su madre le da un alimento A. El niño no quiere comer ese día ese alimento por alguna razón y la madre le riñe por ello o incluso le obliga a comerlo. Si el niño tiene un mal día, puede hacer un condicionamiento y hacer una aversión al sabor del alimento y así construirse el “no me gusta” que puede permanecer con la persona durante la mayor parte de la vida.